Cédula de habitabilidad y el certificado energético
Cuando ha llegado el momento de vender o alquilar un inmueble en España, las autoridades regulatorias han establecido una serie de requisitos que permiten hacer la transacción enmarcada dentro de los estándares internacionales, como, por ejemplo, la inspección técnica de edificios (ITE), los planos de la vivienda, la cédula de habitabilidad, la escritura del inmueble, el certificado energético, el pago de impuestos sobre bienes inmuebles (IBI), entre otros.
Cada uno de ellos cumple una función importante dentro de la operación, sin embargo, en este artículo te hablaremos sobre la cédula de habitabilidad y el certificado energético, así como sus principales características y cómo tramitarlo de forma segura.
¿Qué es la cédula de habitabilidad?
Según la Real Academia Española, la palabra “habitabilidad” es definida como: “cualidad de habitable, y en particular la que, con arreglo a determinadas normas legales, tiene un local o una vivienda”. De esta forma, podemos aseverar que la “habitabilidad” es un conjunto de elementos técnicos y sanitarios que le permiten a un inmueble ser habitable.
Bajo este marco conceptual, la “cédula de habitabilidad” es un documento que acredita las condiciones de un inmueble para destinarse como una vivienda habitable, es decir que las personas pueden ocupar sus espacios de forma cómoda, segura y sin riesgos.
¿Cuántos tipos de cédula de habitabilidad existen?
Existen tres tipos de cédula de habitabilidad, que el antiguo Ministerio de Fomento, hoy en día Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, clásica según su función; estas cédulas son las siguientes:
1) Cédula de habitabilidad para la primera ocupación: este documento es la licencia de habitabilidad que otorgan las autoridades del ayuntamiento al constructor o promotor de un inmueble.
2) Cédula de habitabilidad para segunda ocupación: este documento es una licencia que se otorga a todas aquellas viviendas que han sido habitadas con anterioridad.
3) Cédula de habitabilidad por rehabilitación: este documento se le otorga a una vivienda que ha sido reformada o rehabilitada de manera considerable.
¿Quién emite la cédula de habitabilidad y cómo se solicita?
Las cédulas de habitabilidad son emitidas por las autoridades de las diferentes Comunidades Autónomas, y para solicitarla es necesario contratar los servicios de un aparejador o un arquitecto debidamente colegiado, quien deberá inspeccionar el inmueble para corroborar que cumple con todos los requisitos exigidos por la Comunidad Autónoma.
Una vez realizada la inspección, el profesional realizará una declaración, que posteriormente será visada en el Colegio de Arquitectos. Posteriormente, el certificado podrá ser presentado ante las autoridades competentes, quienes emitirán la cédula de habitabilidad.
Por lo general, este proceso puede tardar de uno a tres meses en completarse, sin embargo, en algunas Comunidades Autónomas el certificado puede ser sustituido por una “Declaración Responsable”, es decir, un documento redactado por la parte interesada donde pone de manifiesto que el inmueble cumple con todas las normas exigidas por las autoridades. Sin embargo, es preferible contratar los servicios de un profesional, para evitarse posibles contratiempos.
¿Cuándo debo solicitar una cédula de habitabilidad?
Como ya mencionamos, la cédula de habitabilidad certifica que un inmueble cumple con todos los requisitos técnicos y sanitarios para ser habitado, por esta razón, todas las viviendas, salvo en algunas excepciones, deben poseer una cédula de habitabilidad para ser vendidas o alquiladas. Además, sin este requisito, no es posible conectar los servicios públicos de electricidad, agua y gas a dicho inmueble.
Por otro lado, existen algunos trámites que exigen la presentación de la cédula de habitabilidad, como por ejemplo, la solicitud de una hipoteca o para solicitar el reagrupamiento de familiares extranjeros.
¿Qué es el certificado energético?
El certificado energético es un documento utilizado para categorizar la eficiencia energética de una edificación, esto quiere decir, que dicho documento refleja el consumo de energía de un inmueble cuando el mismo se encuentra habitado; y para su elaboración, se toman en cuenta diferentes aspectos, tales como, la iluminación, los sistemas de aclimatación, el suministro de agua caliente, entre otros.
Desde el año 2013, este certificado es de carácter obligatorio para todas aquellas personas que deseen vender o alquilar un inmueble en España, gracias a la entrada en vigor del Real Decreto 235/2013, en el cual se establece su obligatoriedad para realizar cualquier transacción inmobiliaria en territorio español.
En general, el certificado energético dura 10 años y nos permite visualizar el consumo de energía de una vivienda a través de una escala preestablecida, asignando letras desde la “A” hasta la “G” junto a colores. En este caso, la letra “A” significa nivel de máxima eficiencia, mientras que la letra “G” indica el nivel de menor eficiencia. Así mismo, la letra “A” es asignada con el color verde oscuro y la letra “G” con el color rojo.
¿Cómo se solicita el certificado energético?
Para tramitar el certificado energético, la persona debe hacer una solicitud a un arquitecto, ingeniero, técnico o a una empresa especializada en el área, quienes se encargarán de inspeccionar la vivienda para obtener información relevante acerca de los sistemas de ventilación, número y tamaño de las ventanas, grosor de las paredes, altura del techo, sistema de calefacción, entre otros aspectos.
Con esta información, el especialista realizará los cálculos para establecer la calificación energética de la vivienda. Una vez calculado, el técnico redactará un informe con todos los elementos solicitados por el Ministerio de Industria y Energía de España quien emitirá la calificación energética definitiva.
Finalmente, el informe será registrado ante la autoridad respectiva de la administración autonómica, quien procederá a emitir el certificado energético junto a la etiqueta.
¿Cuánto cuesta tramitar el certificado energético?
Tramitar el certificado energético no tiene un precio fijo, ya que su valor dependerá de muchos factores, como por ejemplo, el tipo de inmueble, su ubicación, el tamaño, la cantidad de información presentada en el informe, los detalles del mismo, entre otros aspectos.
Además, el proceso de registro del certificado también puede incluirse dentro del coste global, lo que podría incrementar su precio, ya que este último trámite puede ser un poco engorroso.
¿Cómo solicitar el certificado energético y la cédula de habitabilidad en Terrassa?
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